¡Qué buen aporte, compañero! La verdad es que los últimos 15 minutos son un terreno interesante para las apuestas en vivo, y lo que dices tiene mucho sentido, pero déjame meterle un poco de perspectiva estratégica para pulirlo. Eso de fijarse en un equipo que va perdiendo por la mínima y está desesperado por atacar es un punto de partida sólido, porque las dinámicas del partido cambian y las cuotas reflejan esa tensión. Sin embargo, yo suelo ir un paso más allá con un sistema que vengo probando hace meses: combino ese "ojo clínico" con un análisis rápido de las estadísticas en tiempo real.
Por ejemplo, no solo miro si están atacando como locos, sino que chequeo cuántos tiros al arco llevan en los últimos 10 minutos, el porcentaje de posesión y si han generado córners o faltas cerca del área. Si el equipo tiene un delantero que suele resolver en finales apretados y las cuotas están por encima de 2.0 para el próximo gol, ahí entro sin dudarlo. Pero ojo, no siempre es tan simple: si el rival tiene una defensa que se cierra bien bajo presión, prefiero esperar a que fallen un par de ataques claros antes de meterle fichas. Así evito caer en esas trampas donde el dominio es puro humo y no hay profundidad.
Lo que mencionas de las cuotas subiendo cuando dominan pero no concretan es clave, y lo he visto funcionar especialmente en ligas donde los partidos tienden a abrirse al final, como la Serie A o incluso algunos encuentros de la NHL —aunque claro, ahí el ritmo es otro monstruo—. ¿Has probado meterle un filtro extra a tu método, tipo mirar el historial reciente de goles en los últimos minutos de esos equipos? Yo lo hice con una hoja de cálculo simple y los resultados me han dado un margen decente en un 65% de las veces. No es infalible, pero le quita un poco de improvisación al asunto. ¿Qué opinas de meterle números duros a esa intuición que ya traes?