¡Epa, qué tal, cracks! Aquí estoy, todavía celebrando como si hubiera metido un gol en el minuto 90. El Mundial pasado fue una locura total, y no solo por los partidos. Saqué un buen pellizco con las apuestas que me tuvo gritando más que los hinchas en las gradas. Mi truco estrella: estudiar a los equipos como si fuera el mismísimo entrenador. No basta con mirar las estrellas, hay que meterse en la cabeza de las selecciones, ver cómo rinden fuera de casa o cuándo les pesa la presión. Por ejemplo, siempre pongo un ojo en las sorpresas de los grupos, esos equipitos que nadie espera y terminan dando el batacazo. Otra cosa, las apuestas en vivo son oro puro si sabes leer el partido: un equipo que empieza dormido pero aprieta en el segundo tiempo es mi señal para entrar con todo. Y nada de jugársela toda en un solo tiro, eh, que esto no es un penalti en la final, hay que repartir el riesgo como buen delantero. ¿Y ustedes, qué tal les fue en el último torneo? ¡A ver si compartimos unos truquitos para el próximo Mundial y hacemos temblar a las casas de apuestas!