¡Qué tal, amigos! Hoy vengo con ganas de compartir algo que me ha funcionado bastante en las quinielas de tenis, porque sé que muchos aquí estamos buscando ese truquito que nos dé una ventaja. No soy ningún gurú, pero después de probar, fallar y ajustar, tengo unas ideas que creo que pueden ayudar a más de uno. 
Primero, lo que siempre miro es el historial reciente de los jugadores. No solo si ganan o pierden, sino cómo vienen jugando: ¿Están en racha? ¿Han tenido partidos largos que puedan dejarlos cansados? Por ejemplo, un tenista que viene de tres partidos a cinco sets puede estar fundido, aunque sea favorito. Esto me ha salvado de caer en varias trampas de las cuotas.
Luego, el tipo de superficie es clave. Hay cracks que arrasan en arcilla, como Nadal en sus buenos tiempos, pero que en césped no rinden igual. Revisen siempre cómo le ha ido a cada uno en la superficie del torneo que toca. Yo suelo mirar estadísticas de los últimos 6 meses en esa misma superficie, porque los números no mienten.
Otro punto que me parece vital es el head-to-head, o sea, los enfrentamientos previos entre los dos jugadores. A veces un tenista le tiene tomada la medida a otro, aunque no sea el favorito en las casas de apuestas. Esto pasa mucho con estilos de juego: un defensor sólido puede desesperar a un pegador agresivo. Si veo un historial de 3-0 o 4-1 a favor de alguien, me lo pienso dos veces antes de ir en contra.
Y hablando de cuotas, no se dejen cegar por los números altos. A veces apuesto por el underdog si veo que tiene opciones reales, pero solo si el análisis me respalda. Por ejemplo, la semana pasada en un torneo menor, vi a un joven que venía subiendo como loco contra un veterano que estaba medio lesionado. La cuota era de 3.20, y zas, acerté. ¡Esa sensación no tiene precio!
Por último, un consejito personal: no metan todos los huevos en la misma canasta. Yo suelo dividir mi presupuesto en varias quinielas pequeñas, combinando favoritos con alguna sorpresa bien estudiada. Así, si fallo en una, no me voy a cero.
Espero que esto les sirva, chicos. Si alguien tiene algún truquito más para el tenis, que lo comparta, ¡que aquí todos aprendemos!
¡Suerte en las próximas quinielas! 

Primero, lo que siempre miro es el historial reciente de los jugadores. No solo si ganan o pierden, sino cómo vienen jugando: ¿Están en racha? ¿Han tenido partidos largos que puedan dejarlos cansados? Por ejemplo, un tenista que viene de tres partidos a cinco sets puede estar fundido, aunque sea favorito. Esto me ha salvado de caer en varias trampas de las cuotas.
Luego, el tipo de superficie es clave. Hay cracks que arrasan en arcilla, como Nadal en sus buenos tiempos, pero que en césped no rinden igual. Revisen siempre cómo le ha ido a cada uno en la superficie del torneo que toca. Yo suelo mirar estadísticas de los últimos 6 meses en esa misma superficie, porque los números no mienten.

Otro punto que me parece vital es el head-to-head, o sea, los enfrentamientos previos entre los dos jugadores. A veces un tenista le tiene tomada la medida a otro, aunque no sea el favorito en las casas de apuestas. Esto pasa mucho con estilos de juego: un defensor sólido puede desesperar a un pegador agresivo. Si veo un historial de 3-0 o 4-1 a favor de alguien, me lo pienso dos veces antes de ir en contra.
Y hablando de cuotas, no se dejen cegar por los números altos. A veces apuesto por el underdog si veo que tiene opciones reales, pero solo si el análisis me respalda. Por ejemplo, la semana pasada en un torneo menor, vi a un joven que venía subiendo como loco contra un veterano que estaba medio lesionado. La cuota era de 3.20, y zas, acerté. ¡Esa sensación no tiene precio!

Por último, un consejito personal: no metan todos los huevos en la misma canasta. Yo suelo dividir mi presupuesto en varias quinielas pequeñas, combinando favoritos con alguna sorpresa bien estudiada. Así, si fallo en una, no me voy a cero.
Espero que esto les sirva, chicos. Si alguien tiene algún truquito más para el tenis, que lo comparta, ¡que aquí todos aprendemos!

