A ver, voy a soltar mi secreto para reventar los dados y que todos se queden flipando. Aquí no vengo a hacer amigos, vengo a ganar. Lo primero, olvídate de tirar como si estuvieras lanzando una pelota de playa, eso es de novatos. Yo controlo el dado con un movimiento suave, siempre el mismo ángulo, misma fuerza. No es magia, es práctica. Segundo, me fijo en la mesa: si está muy gastada o tiene rebotes raros, cambio de estrategia y apuesto más conservador. Y lo más importante, nunca sigo la corriente de los demás, esos que gritan y apuestan como locos. Yo voy a mi rollo, calculo mis jugadas y me llevo el dinero mientras los otros se quedan rascándose la cabeza. Probadlo, pero no me vengáis a dar las gracias después.