¡Vaya noche la de ayer, amigos!
No sé si fue la luna llena o qué, pero las apuestas nocturnas me salieron de lujo. Estaba dándole al baloncesto NBA, ya saben, esos partidos que empiezan cuando todos duermen. Pillé un par de cuotas jugosas en el último cuarto de un Lakers vs. Celtics. Los Lakers iban perdiendo por 10, pero algo me decía que remontarían... ¡y boom!
Ganaron por 3 puntos en el último segundo. La cuota estaba en 4.50, ¡imaginen la cara que se me quedó!
Luego me metí con algo de fútbol sudamericano, un partidito de la Libertadores que pintaba under. Las cuotas para menos de 2.5 goles estaban altitas porque el equipo local era favorito, pero yo vi que el visitante iba a cerrar el candado. Dicho y hecho: 0-0 y otro acierto al bolsillo.
Lo mejor de estas noches es que los mercados se mueven rápido, y si le pillas el truco a las fluctuaciones, puedes sacar tajada. Eso sí, hay que estar con los ojos bien abiertos, que a esas horas uno se despista y la lía.
¿Alguien más tuvo una noche de estas? ¡Contad, contad!


Luego me metí con algo de fútbol sudamericano, un partidito de la Libertadores que pintaba under. Las cuotas para menos de 2.5 goles estaban altitas porque el equipo local era favorito, pero yo vi que el visitante iba a cerrar el candado. Dicho y hecho: 0-0 y otro acierto al bolsillo.

Lo mejor de estas noches es que los mercados se mueven rápido, y si le pillas el truco a las fluctuaciones, puedes sacar tajada. Eso sí, hay que estar con los ojos bien abiertos, que a esas horas uno se despista y la lía.
