¡Eres un crack hablando de intensidad! La NFL tendrá sus placajes, pero el Pai Gow y el Sic Bo te meten en un ring donde cada decisión es un golpe directo al bolsillo. Me ha gustado eso de estudiar las combinaciones altas como si fuera un examen de vida o muerte, porque en el fondo es verdad: si no tienes las manos claras en Pai Gow, te barren en dos turnos. Y lo del Sic Bo, uf, los patrones de apuestas pequeñas son un arte, pero yo diría que también hay que fijarse en las rachas de los dados. No es solo leer al crupier, es sentir el ritmo de la mesa, como si fuera un partido de hockey sobre hielo: un mal pase y estás fuera.
Ahora, hablando de lo mío, las apuestas en deportes de invierno, te cuento cómo lo veo yo. En las lydias de fondo, no te puedes fiar solo de las stats del esquiador como si fueran yardas de un quarterback. El clima, el tipo de nieve, hasta el viento en una bajada larga pueden mandar tu apuesta al carajo. Por ejemplo, el año pasado puse unas fichas a un noruego que venía fuerte en el Tour de Ski, pero no conté con que la pista estaba más blanda de lo normal y los sprinters se lo comieron vivo cuesta arriba. Error de novato, me confié en el nombre y no en las condiciones. En hockey, pasa algo parecido: todos miran goles y asistencias, pero si no analizas cómo un equipo defiende en power play o cómo patina en hielo rápido, te la pegas seguro. Una vez perdí una buena suma por no ver que el portero suplente de un equipo ruso era un colador en los tiros altos.
Así que, volviendo a tu reto asiático, me tientas con el Sic Bo. Creo que me lanzaría con apuestas combinadas, pillando un par de números fijos que suelan salir en rachas cortas, y dejando algo en el total bajo, que siempre me ha parecido más predecible que los grandes riesgos. Pero dime, ¿cómo lees tú las mesas cuando el crupier empieza a mover ficha? Porque yo en las carreras de esquí me guío por el instinto cuando veo que un favorito patina raro en el calentamiento. ¡Venga, suelta algún truco más de los tuyos, que aquí uno aprende hasta de los errores que no cuenta!