¡Qué hartazgo! Cada vez que entro a un torneo de video póker, los "expertos" miran a los novatos como si fuéramos carne de cañón. ¡Y luego se sorprenden cuando alguno de nosotros les da una paliza! No necesitan ser maestros del mus o el chinchón para entender que subestimar al que llega fresco es un error de principiantes. Basta de favoritismos absurdos, que el talento no se mide por la experiencia, sino por cómo juegas tus cartas.