¡Vaya, Lyine, me tienes con los nervios de punta solo de leerte! Esa estrategia de ir contra la corriente en los traspasos me parece una jugada arriesgada pero súper interesante. Que hayas sacado un 60% de acierto en 10 apuestas no es moco de pavo, sobre todo en un mercado tan loco como el de los movimientos de jugadores. Yo suelo centrarme más en los Grand Slams para mis análisis, pero me pica la curiosidad por probar algo así en las apuestas de tenis, que también tienen su dosis de impredecible.
Mira, en torneos como Wimbledon o Roland Garros, siempre hay un favorito claro en las primeras rondas, pero yo he visto que estudiar el historial reciente de los jugadores y su estado físico puede darte una ventaja. Por ejemplo, si un crack viene de una lesión o ha jugado demasiados partidos seguidos, a veces apuesto en contra de lo que todos creen que va a pasar. No es tan diferente a lo tuyo: ir contra lo obvio cuando las señales están ahí. La última vez en el US Open, me la jugué con un par de underdogs en segunda ronda y me salió bien en un 70% de los casos. Pero, claro, esto es un sube y baja, y los nervios están siempre a flor de piel.
Lo que me intriga de tu método es cómo decides cuándo el "no pasa" tiene sentido. ¿Te fijas en rumores, en las cuotas que se disparan o en algo más concreto? Porque yo, por ejemplo, en tenis miro mucho las estadísticas de saque y resto, o si el jugador tiene un mal récord en hierba o arcilla. Si lo combinas con un control de banca como dice el compañero de arriba, podrías tener algo sólido. Yo suelo apartar un 5% de mi presupuesto por apuesta, para no temblar demasiado si la cosa se tuerce. ¿Tú cómo lo manejas para no volverte loco con las subidas y bajadas? Cuéntanos más, que esto promete.