Bueno, qué locura esto de los nuevos formatos, ¿no? La verdad es que yo también me he metido un poco en esas mesas de póker en vivo que están saliendo ahora, y debo decir que me tienen bastante descolocado, pero en el buen sentido. Soy de los que suele esperar a la noche para apostar, cuando todo se calma y puedo analizar bien las opciones, y estas sesiones rápidas me han sacado un poco de mi zona de confort. Al principio, como dices, es un caos: las manos vuelan, el diler no para, y yo ahí intentando no perderme entre tanta acción. Pero después de un par de noches, ya le fui pillando la onda, y ahora hasta me emociona ese ritmo endiablado.
Lo que más me flipa es cómo han pulido las transmisiones. Antes, con el póker en vivo online, a veces se cortaba o se sentía raro, pero ahora es otra cosa, todo va como seda. La tensión de las cartas en la mesa, el sonido de las fichas, lo sientes casi como si estuvieras ahí, pero desde mi sofá con una cerveza en la mano, que es mi ritual de las noches. He probado esas mesas rápidas que mencionas y también una variante con apuestas paralelas que me tuvo al borde del asiento, aunque confieso que a veces no sé si estoy ganando por estrategia o por pura suerte.
Eso sí, no estoy seguro de dejar lo clásico del todo. El póker de siempre tiene su encanto, ese rollo pausado donde puedes leer mejor a los rivales, o al menos intentarlo. Con estos formatos nuevos, todo es tan vertiginoso que apenas tengo tiempo de pensar en los patrones de los otros jugadores. ¿Tú cómo lo llevas? ¿Te quedas con lo nuevo o sigues siendo de los de toda la vida? Yo creo que voy a seguir probando un poco más, a ver si consigo afinar mi juego en estas mesas locas. Si tienes algún truco para no marearte con tanta velocidad, soy todo oídos, porque a veces termino la noche con la cabeza dando vueltas.