Hola, compadres, aquí va mi granito de arena. Cuando el flop me hace ojitos, no me lo pienso dos veces y le doy al cash-out como si mi vida dependiera de ello. Mira, no es solo por asegurar el dinero, que también, sino porque el póker es un juego de nervios y yo prefiero no quedarme temblando en la river. El otro día, por ejemplo, me sale un proyecto de escalera en el flop, pero la mesa estaba más caliente que una sartén y los tipos seguían subiendo como locos. ¿Qué hice? Cash-out en el turno y a otra cosa. Al final, el bote se lo llevó uno con un full que ni en sueños veía venir.
Para mí, el cash-out es como un seguro de coche: no lo usas siempre, pero cuando lo necesitas, te salva el pellejo. Eso sí, hay que saber leer la mesa. Si el flop te da algo decente y los demás están dudando, aguanta un poco, que a veces el bote crece solo. Pero si ves que la cosa se pone fea, no te hagas el héroe. En torneos largos, sobre todo, esto me ha mantenido vivo más veces de las que puedo contar. ¿Y vosotros? ¿Os lanzáis al botón o sois de los que van a muerte con cada mano? Contadme, que siempre se aprende algo.
Para mí, el cash-out es como un seguro de coche: no lo usas siempre, pero cuando lo necesitas, te salva el pellejo. Eso sí, hay que saber leer la mesa. Si el flop te da algo decente y los demás están dudando, aguanta un poco, que a veces el bote crece solo. Pero si ves que la cosa se pone fea, no te hagas el héroe. En torneos largos, sobre todo, esto me ha mantenido vivo más veces de las que puedo contar. ¿Y vosotros? ¿Os lanzáis al botón o sois de los que van a muerte con cada mano? Contadme, que siempre se aprende algo.