Vamos a frenar un momento esa fiebre por los bonos en la ruleta y hablemos de algo que realmente pone el viento a nuestro favor: las apuestas en deportes al aire libre. Mientras la ruleta da vueltas, yo prefiero analizar cómo el clima, el terreno y hasta la dirección del viento pueden cambiar un partido de fútbol, una carrera de ciclismo o un torneo de golf. No se trata de apostar poco o mucho, sino de apostar con cabeza. Por ejemplo, en ciclismo, un sprint en una etapa llana con viento de cola puede ser oro para un corredor explosivo, pero si el viento sopla de frente, mejor mira a los que saben sufrir en silencio. En fútbol, un campo mojado por la lluvia puede arruinar a un equipo que depende de pases rápidos. La clave está en estudiar las condiciones, los datos de los atletas y las tendencias recientes. Los bonos pueden darte un empujón, claro, pero nada supera la satisfacción de clavar una apuesta porque entendiste el juego del aire libre. ¿Quién se apunta a mirar más allá de la mesa de casino y meterse en la estrategia del césped, la pista o la montaña?