Si estás aquí pensando que el póker profesional es solo farolear y rezar por buenas cartas, ya perdiste antes de sentarte en la mesa. Gestionar el bankroll no es un lujo, es la base de todo. No me importa cuánto talento tengas leyendo rivales o calculando odds, si no sabes manejar tu capital, estás condenado a quebrar. Punto.
Primero, define tu bankroll y no lo mezcles con el dinero de la renta o la comida, porque cuando la varianza te pegue —y te va a pegar—, no quiero verte llorando en el foro. Una regla básica: no arriesgues más del 5% en una sola sesión o torneo. ¿Que te parece poco? Entonces no eres profesional, eres un ludópata con aires de grandeza. Los pros no juegan a lo loco, miden cada apuesta como si fuera una inversión.
Y otra cosa, no persigas pérdidas ni te creas invencible después de una racha buena. El póker no perdona egos inflados ni bolsillos descontrolados. Si no tienes disciplina para separar ganancias, ajustar stakes según tu nivel y soportar los bad beats sin volverte loco, mejor dedícate a las tragaperras. Aquí se juega con cabeza, no con corazonadas. Aprende a gestionar o vete a otra mesa.
Primero, define tu bankroll y no lo mezcles con el dinero de la renta o la comida, porque cuando la varianza te pegue —y te va a pegar—, no quiero verte llorando en el foro. Una regla básica: no arriesgues más del 5% en una sola sesión o torneo. ¿Que te parece poco? Entonces no eres profesional, eres un ludópata con aires de grandeza. Los pros no juegan a lo loco, miden cada apuesta como si fuera una inversión.
Y otra cosa, no persigas pérdidas ni te creas invencible después de una racha buena. El póker no perdona egos inflados ni bolsillos descontrolados. Si no tienes disciplina para separar ganancias, ajustar stakes según tu nivel y soportar los bad beats sin volverte loco, mejor dedícate a las tragaperras. Aquí se juega con cabeza, no con corazonadas. Aprende a gestionar o vete a otra mesa.