Qué tal, compañeros de cartas, estoy hasta las narices de que el blackjack me deje con los bolsillos vacíos cada vez que me siento en la mesa. Llevo semanas dándole vueltas a esto y, la verdad, estoy harto de perder como si fuera un novato que no sabe ni barajar. Entonces, me puse a investigar y me topé otra vez con la dichosa secuencia de Fibonacci, esa que te promete orden en el caos de las apuestas. No sé si alguno de ustedes la ha probado en serio, pero yo ya estoy en el punto de darle una oportunidad, porque seguir tirando fichas al azar no me está llevando a ningún lado.
Mira, la idea es simple, pero requiere huevos y algo de paciencia: empiezas con una apuesta base, digamos 5 euros, y si pierdes, sigues la secuencia —1, 1, 2, 3, 5, 8, 13 y así— aumentando la apuesta tras cada pérdida. Si ganas, retrocedes dos pasos en la secuencia y sigues. La teoría dice que, con el tiempo, recuperas lo perdido y hasta puedes salir con algo de ganancia. Lo probé en una mesa online el fin de semana pasado, y no sé si fue suerte o qué, pero después de una racha mala de cinco manos, logré remontar y terminé 20 euros arriba. Claro, no es para volverse loco, pero al menos no me fui con las manos vacías como siempre.
El problema es que no todo es tan bonito. Si te toca una racha perdedora larga, las apuestas se disparan rápido y te puedes quedar sin banca antes de que el crupier te dé una maldita oportunidad. En una mesa física, con el límite de apuesta, esto se complica más. Ayer, por ejemplo, empecé con 10 euros, perdí cuatro manos seguidas y ya estaba poniendo 55 euros en la quinta. Gané, sí, pero el corazón me iba a mil, y no todos los días tienes el estómago para seguirle el paso a Fibonacci cuando las cosas se ponen feas.
Total, que estoy entre seguir dándole caña a esto o mandarlo todo al carajo y probar otra cosa. ¿Alguien aquí ha usado esta secuencia en blackjack de verdad, no solo de boca? ¿O soy el único loco que está intentando ponerle matemáticas a este juego del demonio? Porque, vamos, si esto no funciona, juro que me paso al póker o a las tragaperras, que al menos no me hacen sudar tanto pensando.
Mira, la idea es simple, pero requiere huevos y algo de paciencia: empiezas con una apuesta base, digamos 5 euros, y si pierdes, sigues la secuencia —1, 1, 2, 3, 5, 8, 13 y así— aumentando la apuesta tras cada pérdida. Si ganas, retrocedes dos pasos en la secuencia y sigues. La teoría dice que, con el tiempo, recuperas lo perdido y hasta puedes salir con algo de ganancia. Lo probé en una mesa online el fin de semana pasado, y no sé si fue suerte o qué, pero después de una racha mala de cinco manos, logré remontar y terminé 20 euros arriba. Claro, no es para volverse loco, pero al menos no me fui con las manos vacías como siempre.
El problema es que no todo es tan bonito. Si te toca una racha perdedora larga, las apuestas se disparan rápido y te puedes quedar sin banca antes de que el crupier te dé una maldita oportunidad. En una mesa física, con el límite de apuesta, esto se complica más. Ayer, por ejemplo, empecé con 10 euros, perdí cuatro manos seguidas y ya estaba poniendo 55 euros en la quinta. Gané, sí, pero el corazón me iba a mil, y no todos los días tienes el estómago para seguirle el paso a Fibonacci cuando las cosas se ponen feas.
Total, que estoy entre seguir dándole caña a esto o mandarlo todo al carajo y probar otra cosa. ¿Alguien aquí ha usado esta secuencia en blackjack de verdad, no solo de boca? ¿O soy el único loco que está intentando ponerle matemáticas a este juego del demonio? Porque, vamos, si esto no funciona, juro que me paso al póker o a las tragaperras, que al menos no me hacen sudar tanto pensando.