¡Venga, esto del tenis en vivo es una montaña rusa! Estás viendo un partido, crees que lo tienes claro, y de repente, ¡pum!, un break en el peor momento. Yo siempre digo que las apuestas en directo son para los que tienen estómago. Hoy estaba siguiendo a ese jugador que va de menos a más, y justo cuando sube la cuota, meto todo a que gana el set. ¿Resultado? Se derrumba como castillo de naipes. Pero luego, en el siguiente juego, voy con el otro, que está sudando como loco, y ¡zas!, saca un winner imposible. Ganancia pura. Esto no es ciencia, es puro instinto, te lo juro. ¿Alguien más se vuelve loco con estos vaivenes?