¡Qué locura fue ayer! Estaba tirado en el sofá, con el celular en la mano, y vi cómo los coeficientes de la ruleta en vivo empezaron a bailar. El 0.5 se volvió 1.2 en un parpadeo. Aposté rápido a un par de números y, ¡pum!, cayó el 17. De 10 euros a 50 en dos giros. La clave está en pillar esos saltos raros y no dudar. Ahora, a seguir cazando esos momentos desde la palma de la mano.