¡Qué tal, compañeros de cartas! Llevo unas semanas probando el sistema D'Alembert en el blackjack y quería compartir cómo me ha ido, porque sé que muchos aquí siempre estamos buscando formas de sacarle un poco más de ventaja a la mesa. Para los que no lo conocen, el D'Alembert es una estrategia que viene más de la ruleta, pero yo he estado adaptándola a las cartas. La idea básica es simple: subes tu apuesta en una unidad después de perder y la bajas en una unidad después de ganar. Suena tranquilo, ¿no? Bueno, vamos a ver cómo se comporta en la práctica.
Primero, decidí usarlo en sesiones cortas, unas 20 manos por ronda, con una apuesta base de 5 euros. La lógica es mantener el control y no dejar que las rachas me arrastren demasiado. En mi primera sesión, empecé bien: gané tres de las primeras cinco manos y ajusté las apuestas como dice el sistema. Pero luego vino una racha de cuatro pérdidas seguidas, y ahí es donde se pone interesante. Subí la apuesta a 9 euros, y aunque gané la siguiente, el balance no se recuperó tan rápido como esperaba. Al final de esa sesión, terminé con una pérdida de 12 euros. No es un desastre, pero tampoco un éxito.
En otra sesión, la cosa cambió. Tuve más suerte con las cartas: el crupier se pasó varias veces, y mis manos fueron más consistentes. Ahí el D'Alembert brilló un poco más. Como las ganancias y pérdidas estaban más equilibradas, pude cerrar con 18 euros arriba después de 20 manos. La clave estuvo en no emocionarme demasiado y seguir el ritmo de subir y bajar las apuestas sin desviarme.
Lo que noto es que este sistema funciona mejor cuando las rachas no son muy largas. En el blackjack, donde todo depende de las cartas y no de una rueda giratoria, a veces te toca una mesa fría y el D'Alembert te hace subir las apuestas justo cuando no deberías. Comparado con la ruleta, aquí hay menos "predecibilidad", por decirlo de alguna forma. Además, el conteo de cartas podría darle un empujón, pero yo no soy de esos que se meten tan profundo en las matemáticas.
¿Mi veredicto por ahora? No es una fórmula mágica, pero tampoco un fracaso total. Creo que puede ser útil si tienes paciencia y un bankroll decente para aguantar las oscilaciones. Me gustaría saber si alguien más lo ha probado en blackjack o si tienen algún ajuste que recomienden. ¿Qué opinan? ¿Vale la pena seguir dándole caña o mejor buscar otra táctica?
Primero, decidí usarlo en sesiones cortas, unas 20 manos por ronda, con una apuesta base de 5 euros. La lógica es mantener el control y no dejar que las rachas me arrastren demasiado. En mi primera sesión, empecé bien: gané tres de las primeras cinco manos y ajusté las apuestas como dice el sistema. Pero luego vino una racha de cuatro pérdidas seguidas, y ahí es donde se pone interesante. Subí la apuesta a 9 euros, y aunque gané la siguiente, el balance no se recuperó tan rápido como esperaba. Al final de esa sesión, terminé con una pérdida de 12 euros. No es un desastre, pero tampoco un éxito.
En otra sesión, la cosa cambió. Tuve más suerte con las cartas: el crupier se pasó varias veces, y mis manos fueron más consistentes. Ahí el D'Alembert brilló un poco más. Como las ganancias y pérdidas estaban más equilibradas, pude cerrar con 18 euros arriba después de 20 manos. La clave estuvo en no emocionarme demasiado y seguir el ritmo de subir y bajar las apuestas sin desviarme.
Lo que noto es que este sistema funciona mejor cuando las rachas no son muy largas. En el blackjack, donde todo depende de las cartas y no de una rueda giratoria, a veces te toca una mesa fría y el D'Alembert te hace subir las apuestas justo cuando no deberías. Comparado con la ruleta, aquí hay menos "predecibilidad", por decirlo de alguna forma. Además, el conteo de cartas podría darle un empujón, pero yo no soy de esos que se meten tan profundo en las matemáticas.
¿Mi veredicto por ahora? No es una fórmula mágica, pero tampoco un fracaso total. Creo que puede ser útil si tienes paciencia y un bankroll decente para aguantar las oscilaciones. Me gustaría saber si alguien más lo ha probado en blackjack o si tienen algún ajuste que recomienden. ¿Qué opinan? ¿Vale la pena seguir dándole caña o mejor buscar otra táctica?